Lumbalgia: ¿Cómo aliviar el frecuente dolor de espalda?

El lumbago o lumbalgia hace referencia a un dolor de espalda, localizado en la zona baja, desde la parte inferior de las costillas hasta la zona de los glúteos. Esta dolencia afecta a gran cantidad de personas, tanto jóvenes como adultas, y con diferentes hábitos de vida entre sí. 

Entender mejor esta enfermedad es clave para saber cómo actuar si algún día empiezas a encontrarte con molestias en la espalda.  Te contamos algunos detalles a continuación.

¿Qué es la lumbalgia?

Por definición, es un dolor que afecta a la zona lumbar, ya que la terminación en -algia significa percepción sensorial desagradable, localizada en una parte del cuerpo. En este caso, se delimita al área inferior de la espalda, y anatómicamente hace referencia a las cinco vértebras lumbares (L1-L5). 

Esta región de nuestra columna vertebral tiene que reunir varias características relevantes: rigidez y soporte del peso corporal (ya que une el tronco con los miembros inferiores), protección de la médula espinal (que se alberga en el interior) y flexibilidad (permite la movilidad completa de la espalda).

Esto se consigue mediante la unión de múltiples piezas pequeñas, que son las vértebras, conectadas por músculos y ligamentos. Si en esta región se produce cualquier tipo de desequilibrio de las estructuras, provoca disfunciones articulares y musculares que se traducen en dolor lumbar. 

Como se puede apreciar en este estudio, la lumbalgia es la causa musculoesquelética principal que afecta a calidad de vida de los jóvenes.

Se sitúa como un problema para el sistema sanitario en los países desarrollados, afectando a más del 80% de la población general, por igual a hombres y mujeres, con mayor frecuencia entre los 35 y 55 años, cuya prevalencia se cita en este estudio

Conlleva gran cantidad de bajas e incapacidades laborales. Pero no debes asustarte, en la mayor parte de los casos el pronóstico es bueno y la mejora suele ser rápida.

¿Qué síntomas pueden indicar que sufro lumbalgia?

Es importante que aprendas a reconocer los signos del dolor de espalda, para acudir a un fisioterapeuta cuanto antes y acortar el tiempo de recuperación. 

Además, conociendo detalladamente cuáles son tus síntomas, el especialista puede establecer un diagnóstico certero. Estos son algunos de ellos:

  • Dolor sordo localizado en la región lumbar, como si fuera un cinturón.
  • Sensación de rigidez o contractura muscular.
  • Dificultad o incapacidad para ciertos movimientos: agacharse, ponerse en pie, mantener una posición durante un tiempo, caminar o realizar actividades de la vida diaria. Esto indica que su origen es de tipo mecánico.
  • Dolor que aumenta por la noche, en reposo, y obliga a levantarnos de la cama. Esto indica un componente inflamatorio.
  • Alteraciones de la sensibilidad (hormigueos, quemazón…).

Estos síntomas pueden alargarse en el tiempo: si duran menos de tres meses, lo llamaremos lumbalgia aguda y su persisten más de este tiempo, se denomina lumbalgia crónica.

Hay que diferenciar lumbalgia y ciatalgia. Si esta sensación dolorosa se irradia hacia el muslo, pierna o pie, nos referiremos a ella como lumbociática, causado por compresión del nervio ciático entre las vértebras lumbares. Existe dolor de quemazón en un trayecto concreto, acompañado de alteración de la sensibilidad y pérdida de fuerza.

¿Cuáles son las causas del dolor de espalda?

Múltiples lesiones de diferente origen, gravedad y evolución pueden dar lugar a este síntoma común: la lumbalgia. Por eso, es imprescindible ponerse en manos de un profesional que pueda descifrar la lesión y pautar un tratamiento adecuado. 

A continuación, ponemos algunos ejemplos de factores que pueden desencadenarlo:

  • Posturas inadecuadas repetidas y mantenidas durante mucho tiempo.
  • Sobreesfuerzos continuos, o carga inadecuada de excesivo peso.
  • Sedentarismo, no realizar estiramientos musculares ni deporte.
  • Debilidad o contractura de los músculos paravertebrales.
  • Desgaste de componentes de las articulaciones (hueso, disco intervertebral…).
  • Alteraciones de la curvatura normal de la columna (hiperlordosis, escoliosis…).
  • Diferencia de longitud de los miembros inferiores o alteraciones de cadera.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Estrés.
  • Golpes o traumatismos directos sobre la espalda.
  • Enfermedades generales que se manifiestan con dolor de espalda (osteoporosis, espondilitis anquilosante, infecciones, enfermedades reumáticas…)

En este artículo de carácter científico puedes consultar los síntomas y las causas que originan el dolor lumbar.

¿Qué tratamiento se lleva a cabo en los casos de dolor de espalda?

El tratamiento se centra en reducir el dolor y recuperar la actividad normal previa. El reposo absoluto en cama debe ser mínimo, ya que retrasa la recuperación. Debemos realizar toda la actividad física habitual sin hacernos daño.

El fisioterapeuta realizará una serie de técnicas encaminadas a eliminar el dolor, la inflamación y abordar directamente el origen de tu lumbalgia. Si es necesario, el médico de atención primaria puede prescribir los analgésicos adecuados para tu caso.

La cirugía en la lumbalgia está reservada a casos muy concretos, en los que el dolor es invalidante y de larga duración, o si existe inestabilidad vertebral y compresión grave de los nervios.

¿Qué tratamientos hacemos en la clínica RECUPERATE para la lumbalgia?

Nuestro centro cuenta con numerosas técnicas para abordar el tratamiento del dolor de espalda, siempre teniendo en cuenta la fase de la lumbalgia en la que se encuentra el paciente y la intensidad de sus síntomas.

La tecnología INDIBA® acelera los procesos fisiológicos de recuperación del cuerpo, a través de un aumento de temperatura localizado en la zona dolorosa. De esta manera aumenta la circulación, disminuye la inflamación y la tensión del tejido muscular y conectivo, lo que reducirá tu dolor de espalda.

La aplicación de las ondas de choque es otro novedoso método que en algunos estudios ya ha demostrado que alivia más los síntomas que la fisioterapia conservadora, a través del estímulo que tiene sobre el flujo sanguíneo y la vascularización.

La terapia inductiva de alta potencia Zimmer también provoca efectos similares en el organismo y complementa la regeneración del sistema musculo esquelético.

Todo ello es combinado, bajo el criterio del fisioterapeuta, con técnicas de terapia manual, masajedescontracturante, movilización neuromeníngea y terapia invasiva de punción seca para relajar el tono muscular.

Además, será necesario que realices los ejercicios y estiramientos indicados por tu fisioterapeuta, que serán personalizados a tu evolución. Constituyen el otro pilar básico para tonificar la musculatura abdominal y paravertebral, aumentando así la movilidad y flexibilidad; Tienes más información en este estudio.

Así que ya sabes, si notas alguno de estos síntomas, no le des la espalda a la lumbalgia y contacta con nosotros.