Un esguince de tobillo es una lesión producida como consecuencia de una torcedura o giro forzado de esta articulación, que afecta a los ligamentos del pie.
Es una lesión muy común en la población, que puede ocurrir a personas de cualquier edad, pero con más frecuencia en jóvenes deportistas entre 20 y 40 años. Se estima que constituye entorno al 12 % de los motivos de asistencia a urgencias en población general y puede suponer hasta el 30 % de las lesiones que ocurren en el deporte. Este artículo describe los mecanismos de producción y zonas más frecuentemente afectadas.
A continuación, te traemos información sobre esta lesión, para que puedas conocer cómo actuar con rapidez ante su aparición.

¿Qué es un esguince en el tobillo?
Esta lesión consiste en una distensión, estiramiento o elongación de los ligamentos del tobillo, pudiendo llegar a desgarrarse como consecuencia del movimiento forzado.
Desde un punto de vista anatómico, los ligamentos son bandas de tejido fibroso, fuerte y elástico que unen un hueso con otro, cuya función principal es estabilizar el tobillo. Podemos diferenciar entre dos bandas de ligamentos, unos se encuentran por la parte interna del tobillo (ligamento lateral interno) y otros por la parte externa (ligamento lateral externo), siendo este último el que se daña con más frecuencia.
Según la afectación del ligamento se describen varios grados del esguince, que va a ser determinante a la hora de plantear el tratamiento y evolución de la lesión. Te explicamos a continuación las diferencias:
- Grado 1 o Leve: Se produce distensión sin desgarro del ligamento; la inflamación es menor.
- Grado 2 o Moderado: Hay desgarro parcial del ligamento, que se asocia con mayor derrame, inflamación y pérdida funcional leve.
- Grado 3 o Grave: Existe rotura completa de ligamentos, acompañado de una gran inflamación e incapacidad de mover el pie.
En este enlace puedes ampliar la información de la anatomía y los grados de lesión de tobillo.
¿Qué síntomas indican que he sufrido un esguince de tobillo?
Los síntomas varían según el grado de afectación del esguince, siendo más intensos a medida que la lesión es más grave. Aquí describimos algunos de ellos:
- Dolor en la zona del tobillo en reposo y sensibilidad a la palpación de la articulación.
- Dolor que se intensifica al apoyar el peso del cuerpo o mover el pie.
- Dificultad para caminar con normalidad.
- Inflamación de la articulación.
- Aparición de hematoma, que puede tardar hasta 24 h en desarrollarse completamente.
- Limitación de la amplitud articular normal.
- Sensación de inestabilidad articular y debilidad muscular.
¿Cómo se produce un esguince en el tobillo?
El mecanismo de lesión por el que se producen los esguinces es un movimiento de torsión forzada en el tobillo, que pone en tensión los ligamentos por encima de su longitud normal y produciendo así su distensión o rotura.
Las causas de esta lesión se asocian a ciertas situaciones, entre ellas:
- Torcedura de tobillo al bajar la acera / escaleras o tras una mala pisada.
- Asociado a la práctica de deportes: caer mal después de un salto, cambios de dirección rápidamente, que otra persona nos pise el pie durante la actividad deportiva…
- Caminar o hacer ejercicio en terrenos irregulares (caminos, zonas de montaña, campo…).
- Calzado deportivo inadecuado, uso excesivo de tacones, calzado ancho…
- Debilidad de la musculatura de la pierna, flexibilidad insuficiente en el tobillo o secuelas de esguinces anteriores mal curados.

¿Qué tratamiento se lleva a cabo en los casos de esguince de tobillo?
Para determinar el tratamiento es imprescindible conocer la afectación de la lesión mediante un diagnóstico certero por parte de un médico o un fisioterapeuta. Existe un tratamiento de urgencia que puedes emplear ante este tipo de lesiones que consiste en la aplicación de hielo local, reposo, compresión y elevación de la articulación hasta que puedas acudir al especialista.
El tratamiento habitual se realiza mediante técnicas de fisioterapia e inmovilización parcial de la articulación. La cirugía en este tipo de lesiones es infrecuente y está reservada a algunos casos de gran inestabilidad o fracturas.
La inmovilización en este tipo de patologías debe seguir las recomendaciones del personal sanitario que atienda tu caso, ya que en los esguinces más leves será suficiente con un vendaje, que permite empezar con el tratamiento funcional para poder acortar los plazos de recuperación. Solo en los casos de esguince grado 3 puede ser necesaria la inmovilización total con escayola. En este artículo puedes consultar más acerca del tratamiento conservador del esguince.
¿Qué tratamientos hacemos en la clínica RECUPERATE para el esguince de tobillo?
En primer lugar, valoraremos tu caso individualmente mediante una exploración completa del tobillo, su movilidad e inflamación. Además, contamos con un ecógrafo para poder visualizar el estado de los ligamentos y la gravedad del esguince.
Tenemos la última tecnología en fisioterapia para favorecer los procesos fisiológicos de reparación del tejido lesionado. Como parte de tratamiento, contamos con INDIBA ACTIV, que drena el edema de tobillo, estimula el aporte de vascularización a la zona y disminuye el dolor. La aplicación de terapia ZIMMER con ondas magnéticas ayuda a la regeneración del ligamento y a mantener el tono muscular. Las ondas de choque también pueden utilizarse puntualmente para llegar hasta la lesión en profundidad, lo que estimula la cicatrización. Además, la Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI), es una técnica de fisioterapia invasiva que se aplicará con el ecógrafo para llegar al foco inflamatorio, favoreciendo la reparación del tejido. Todo esto se acompañará de otros métodos de fisioterapia manual – como diferentes técnicas de masaje, movilización del tobillo, y nervios implicados – adaptados a cada etapa.
Te orientaremos acerca de las medidas de inmovilización adecuadas para tu esguince. El fisioterapeuta podrá realizar un vendaje funcional y, si tu lesión lo precisa, te explicaremos las diferentes opciones de contención (ortesis, férula, etc.). Con ello perseguimos estabilizar la articulación para que los ligamentos dañados no sufran tensión.
Finalmente, te enseñaremos una serie de ejercicios de movilidad, fuerza y equilibrio, que iremos supervisando y adaptando según la evolución de tu caso. Es necesario recuperar la elasticidad del ligamento y fortalecer la musculatura antes de retomar las actividades rutinarias o la reincorporación a la actividad deportiva.
Para los que quieran saber algo más, este artículo se centra en la rehabilitación funcional del esguince de tobillo en deportistas de alto rendimiento.
El tiempo de recuperación de un esguince de tobillo es muy variable y depende del grado del propio esguince, pero pueden ser necesarias una media de 4 – 6 semanas. Sin embargo, es imprescindible conseguir la adecuada estabilidad de la articulación para prevenir lesiones futuras.
No dudes en contactar con nosotros después de una mala pisada, ¡te ayudaremos en el proceso de recuperación!